“Tus días están contados. Úsalos para abrir las ventanas de tu alma y que entre el sol. Si no lo haces, el sol se pondrá en horizonte y tú con él.” – Marco Aurelio.
En la época actual donde vivimos, todo está lleno de bullicio y distracciones. En este contexto tan caótico, solo pensamos en nuestras tareas diarias y perdemos de vista lo que realmente importa: nuestra felicidad.
No somos capaces de dejar ir el pasado y nos castigamos continuamente por AQUEL error que cometimos. Y curiosamente, al mismo tiempo nos obsesionamos con el futuro: tanto para soñar despiertos como para preocuparnos por cosas que podrían pasar (o no).
¿Pero sabes una cosa? ¡Vas a morir!
Memento Mori: Un recordatorio para vivir la vida al máximo.
«Memento Mori», que en latín significa «Recuerda que morirás», es mucho más que una simple frase. Es un un recordatorio sobre la inevitabilidad de la muerte y la fugacidaz de la vida. Esta enseñanza dn la filosofía estoica, nos insta a contemplar nuestra propia mortalidad no como una fuente de miedo o ansiedad, sino como un catalizador para vivir con mayor autenticidad, propósito y gratitud.
Es decir, a través de Memento Mori somos capaces de asignar la importancia que merecen a los acontecimientos de nuestra vida, así como a los objetivos y anhelos que tenemos.
Y como todo en el estoicismo, debemos practicar Memento Mori a diario. Todos los días debemos recordarnos de nuestra mortalidad, para que dejemos atrás lo que no merece la pena y nos centremos en aquello que nos haga felices. Porque de eso se trata la vida, de ser feliz.
La practica diaria de Memento Mori te dará, entre otros, los siguientes beneficios:
Perspectiva: Pensar sobre tu mortalidad nos ofrece una valiosa perspectiva sobre la vida. Nos recuerda que nuestro tiempo en este mundo es limitado y que cada momento es precioso. Al internalizar esta verdad fundamental, somos capaces de apreciar más plenamente las experiencias cotidianas y de no perder energía en preocupaciones triviales o resentimientos pasados.
Gratitud: Saber que no somos inmortales y que nuestro tiempo en este mundo llegará a su fin algún día, aprendemos a valorar las bendiciones que tenemos en nuestras vidas. Desde las relaciones significativas hasta los pequeños momentos de alegría.
De esta forma nos centramos en las cosas que realmente importan: dejarás de dar importancia a situaciones que no lo merecen y apreciarás lo que sí es valioso.
Propósito: Memento Mori nos impulsa a reflexionar sobre el legado que deseamos dejar en este mundo. Nos recuerda que nuestras acciones y decisiones tienen un impacto duradero, incluso después de que hayamos partido. Al confrontar la realidad de nuestra propia mortalidad, nos inspiramos para vivir con mayor autenticidad y a perseguir nuestros sueños con determinación y pasión.
Aceptación: Finalmente, Memento Mori nos enseña la importancia de aceptar la realidad tal como es, incluida nuestra propia mortalidad. En lugar de temer a la muerte o resistirnos a ella, aprendemos a abrazarla como parte natural del ciclo de la vida. Esta aceptación nos libera del miedo y la ansiedad, permitiéndonos alcanzar serenidad y paz interior.
En conclusión, Memento Mori es mucho más que un recordatorio de nuestra propia mortalidad: es una invitación a vivir con plena conciencia y gratitud en cada momento. Al ser conscientes de que no vamos a vivir para siempre, podremos tomar acción en nuestras vidas y pelear por aquello que siempre quisimo conseguir.
Seremos capaces de luchar por nuestra felicidad porque sabremos distinguir qué cosas son innecesarias en nuestra vida y qué cosas son las que merece la pena conseguir.
No lo olvides: Memento Mori.